Kurt Donald Cobain, nacido en febrero de 1967 en Aberdeen,
Estados Unidos, ha sido sindicado por la crítica como el último “portavoz de
una generación” que tuvo la música popular. Y ciertamente no fue un epíteto
exagerado. Este talentoso cantante, compositor y guitarrista, quien junto al
bajista Krist Novoselic y el baterista Dave Grohl formó la banda grunge
Nirvana, fue el genio creador detrás de álbumes como “Bleach”, “In Utero” y,
especialmente, “Nevermind”, el disco superventas donde se incluía ese furioso y
emblemático himno de la generación X llamado “Smell like teen spirit”.
Pero Cobain, pese a la fama planetaria y el dinero que le llegaba a raudales, también se sentía incómodo y frustrado, creyendo que su mensaje y su visión artística habían sido malinterpretadas por el público. Además, su notoria incapacidad para hacer frente a las presiones profesionales y personales de su vida, lo fueron convirtiendo en un adicto a la heroína y los tranquilizantes.
Pero Cobain, pese a la fama planetaria y el dinero que le llegaba a raudales, también se sentía incómodo y frustrado, creyendo que su mensaje y su visión artística habían sido malinterpretadas por el público. Además, su notoria incapacidad para hacer frente a las presiones profesionales y personales de su vida, lo fueron convirtiendo en un adicto a la heroína y los tranquilizantes.
En febrero de 1994 Cobain hizo su última aparición en
televisión en un programa de la televisión italiana, y en marzo, después de que
el grupo tocara su ultimo concierto en Alemania, al cantante se le diagnosticó
bronquitis y laringitis severas, por lo que viajó a Roma para recibir
tratamiento médico. A la mañana siguiente, cuando despertó, su esposa, Courtney
Love, descubrió que Cobain había sufrido una sobredosis por una combinación de
champán y flunitrazepam, que ella calificó de intento de suicidio. Después de
cinco días de tratamiento, Cobain salió del hospital y regresó a Seattle. Su
estado mental, por cierto, no era el mejor. De hecho, sus recurrentes ataques
de depresión lo habían llevado a querer titular el último disco de Nirvana como
“I hate myself and I want to die” (“Me odio a mí mismo y quiero morir”).
El 8 de abril de 1994 el cuerpo sin vida de Kurt Cobain fue
descubierto en una habitación encima de su garaje por Gary Smith, un empleado
que había llegado a la casa para instalar un sistema eléctrico de seguridad.
“Cuando vi el cadáver pensé que era un maniquí”, dijo Smith a la policía,
agregando que no había notado signos visibles de traumatismo, y al principio
creyó que el cantante estaba dormido. Smith también encontró en un jarrón de
flores lo que parecía ser una nota de suicidio, que decía entre otras cosas:
«Por favor, Courtney, sigue adelante. Por Frances. Por su vida, que va a ser
mucho más feliz sin mí. los quiero, ¡los quiero!”. Al lado del cadáver de
Cobain se encontró también una escopeta. Una autopsia concluyó que la muerte de
Cobain fue el resultado de «una herida por bala infligida en la cabeza». El
informe estimó que Cobain murió el 5 de abril, alrededor de las 11:30 de la mañana.
Wendy Fradenburg Cobain O´Connor, la madre del líder del grupo Nirvana, declaró
posteriormente que “ahora Kurt se ha unido a ese estúpido club de músicos
muertos con 27 años, con el que solía estar obsesionado, a pesar de que yo le
decía que se olvidara de esas tonterías”.
http://www.guioteca.com/fenomenos-paranormales/la-maldita-historia-del-club-de-los-27-las-estrellas-del-rock-que-murieron-tragicamente-a-los-27-anos/
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